Las cosas y la casa de los Rams
El espacio y los objetos que dialogan con el Good Design, la influencia de la cultura japonesa y los principios de la Bauhaus.
Hola, por acá Pat y Vif, par de mujeres in love… del diseño y la arquitectura. Respetar y mejorar la calidad de vida, esa es la intención con Dosis, nuestro estudio, y esta newsletter.
En la apacible ciudad alemana de Kronberg, se encuentra la casa 1971 en la que la luz natural inunda sus habitaciones reflejando una filosofía de vida: la del “good design”.
Esta es la morada de Dieter e Ingeborg Rams. Él, uno de los diseñadores industriales más influyentes del siglo XX; ella, la fotógrafa de cientos de productos de Braun; ambos, los cómplices en la creación de un hogar en el que se integró toda una vida en pareja abocada al diseño.
En la imagen se pueden identificar varios objetos icónicos que demuestran un compromiso con el diseño funcional, estético y duradero, como por ejemplo:
Las Sillas Thonet de madera curvada, conocidas por su ligereza y atemporalidad.
Lámpara PH5, diseñada por Poul Henningsen, posee varias pantallas que distribuyen la luz de manera uniforme y sin deslumbrar.
Sistema de estanterías 606 de Vitsœ, diseñado por Dieter Rams y reconocido por su adaptabilidad y funcionalidad.
El legado de los Rams
Dieter Rams, una figura seminal en el mundo del diseño industrial, ha dejado una huella indeleble con sus creaciones para Braun y Vitsœ. Sus productos, desde radios y afeitadoras hasta sistemas de almacenamiento y muebles modulares, no solo han definido la estética de nuestro mundo objetual, desde 1955 -cuando fue contratado por Braun a sus 23 años-, sino que también han promovido una filosofía de diseño en la que los objetos han de ser útiles, honestos, duraderos, funcionales y sencillos. Esta filosofía se encuentra perfectamente reflejada en su hogar, una manifestación tangible de sus principios.
La casa de los Rams, diseñada por Dieter e Ingeborg con la intención de tener un ambiente apacible y acogedor, es un ejemplo sublime de cómo el diseño puede integrarse de manera armoniosa en la vida cotidiana.
Ingeborg Rams, además de ser una talentosa fotógrafa para Braun, jugó un papel crucial en la creación de un hogar que resonara con las mismas ideas de orden y claridad que su esposo defendía en su trabajo. Con su ojo fotográfico, entrenado para captar la esencia de los objetos, ayudó a establecer un entorno que celebraba la belleza de lo simple y funcional. Fue la encargada de documentar la esencia de su hogar; sus fotografías llenas de sensibilidad y belleza, nos permiten apreciar la armonía que existe entre los objetos, la arquitectura, la naturaleza, su marido y de lo que era su día a día.
Uno de los legados más significativos de Dieter Rams es su decálogo del buen diseño, un conjunto de principios que abogan por la ética y la sostenibilidad en el diseño. Estos principios, como el diseño honesto, duradero y responsable con el medio ambiente, son evidentes no solo en sus productos, sino también en la disposición y elección de los elementos en su hogar. La casa de los Rams es un espacio donde cada objeto tiene un propósito claro, y donde la forma sigue siempre a la función.
Ingeborg y Dieter crearon un hogar, una declaración de sus valores compartidos. El espacio y los objetos que en el hay son el testimonio de su compromiso con un diseño que mejora la vida, sin complicarla.
La casa de los Rams, con su atmósfera serena, no mininalista de revista, es la evidencia de que el buen diseño puede transformar no solo los objetos que nos rodean, sino también le da forma armoniosa y reflexiva a nuestros espacios. Es por ello que desde el 2016 está protegida y en un futuro será un museo.
Ingeborn. La mujer coolta
Ingeborg Kracht-Rams, se formó en fotografía de teatro, arquitectura y publicidad gracias a a su tutora Grete Hamer en Bochum, Alemania. Se vinculó a la Braun en 1957 y desde ese momento capturó la esencia de los objetos, del mobiliario, del espacio, en consonancia con el objetivo de identidad de la empresa en aquel entonces: una fotografía honesta, sin distracciones, en la que el producto hablara por sí mismo. De seguro tuvo que vincularse con cada objeto para hacerlo protagonista.
Para Dieter, ella era su esposa y también “una contraparte creativa a la altura de los ojos”, en esencia su compañera de vida que documentó cientos de diseños. Ingeborg muere en mayo del 2022 a sus 91 años.
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